La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea o Transcutaneous Electrical Nerve Stimulation (TENS), consiste en la aplicación de corriente eléctrica a través de electrodos de superficie, pegados sobre la piel, con el objetivo de tratar o eliminar el dolor.
En fisioterapia es muy frecuente y en combinación con otras técnicas terapéuticas, es de las más utilizadas. Los impulsos dolorosos se transmiten a la médula mediante fibras subcutáneas (delta). El TENS crea una hiperestimulación de las fibras sensitivas que bloquea la transmisión sináptica de las fibras a nivel medular. Esto causa la estimulación de las neuronas descendentes y afecta a la transmisión del dolor.
Es más efectivo en el tratamiento del dolor agudo y sobre todo cuando está localizado. Se consigue una disminución del dolor sin utilizar métodos invasivos. Existe una acomodación del paciente, que se puede producir durante la sesión y hace que el tratamiento sea menos efectivo. La primera sesión es orientativa no indica un éxito o fracaso, la duración del tratamiento es variable según la respuesta obtenida, deberían existir cambios en las primeras 10 sesiones, aunque en algunos casos se prolonga 3 semanas.
Produce efectos fisiológicos, como:
- Elevación del umbral de dolor.
- Reduce la actividad de las células que producen dolor.
- Alteraciones en la inervación recíproca produciendo efecto relajante del dolor muscular.
- Vasodilatación, posibles mecanismos de analgesia en dolores miofasciales.
- Aumento de la circulación medular.
Tipos de corrientes TENS:
- Convencional o high rate.
- Low rate.
- Burts (salvas o ráfagas).
- Breve o intensa.
La más utilizada es la corriente convencional al ser la opción que mejor se tolera y la que da efectos analgésicos más rápidamente. Consiste en pulsos breves de alta o baja intensidad.